¡Cuándo el río suena…!
Hace escasos días nuestro Presidente de Gobierno D. José Luís Rodriguez Zapatero realizó el “anunciado” cambio de diversas carteras ministeriales. Al margen de la opinión que nos pueda parecer la idoneidad o no de los nuevos ministros y la valoración de la citada remodelación, resulta interesante destacar el nombramiento de la nueva ministra de cultura que ha recaído en D.ª Ángeles González-Sinde. Tal vez, no estoy del todo seguro, me invade un alarmismo injustificado contagiado, seguramente, por la enorme satisfacción que ha producido este nombramiento en la SGAE. Sin embargo desconozco el motivo, pero cuando esta entidad de gestión muestra síntomas de una fervorosa aprobación o inclinación por el nombramiento de algún cargo público, un produndo estado de inquietud comienza a corroerme el alma.
Desconozco cuales son las intenciones de este Gobierno respecto del posible control de la libertad en Internet aunque, con este nombramiento, parecen evidentes. La Asociación de Internautas se muestra verdaderamente preocupada con la futura postura de la actual ministra. Según Victor Domingo, Presidente de la AI: “Rodríguez Zapatero "se empeña en tratar de limitar, cercenar y criminalizar" el derecho constitucional de los ciudadanos a acceder a la cultura y "aprovechar los avances científicos… Con esta decisión, contribuye a mermar nuestra competitividad y menoscabar nuestra capacidad de innovación, porque no se da cuenta de lo importante que es difundir el conocimiento en condiciones de libertad".
Igualmente preocupante ha sido el nombramiento como cabeza de lista por Barcelona para las elecciones europeas de María Badía, autora de una iniciativa para crear un registro de blogueros con mención expresa de su tendencia política e ideológica.
En Hazteoir.org en el artículo cuyo enlace se muestra al final de este post, nos advierten de la finalidad de esta propuesta en estos términos:
“La intención de Badía con respecto a los blogs era que los autores de bitácoras de todos los países de la Unión voluntariamente aceptaran ofrecer su identidad y sus preferencias e intereses políticos. Aplicada seguidora de las premonitorias fantasías de Huxley, esta dirigente socialista se inspiraba sin duda en la neolengua y en la policía del pensamiento del autor británico para, en nombre de la democracia, controlar desde el poder político la blogosfera, el movimiento social más importante de la segunda mitad del siglo XX:
"El informe pretende garantizar la convergencia de las normas para la protección de la democracia y de las libertades fundamentales en el conjunto de países miembros. La idea que permanece detrás del informe es que el hecho de conocer el estatuto de los autores y editores de blogs puede ser de ayuda en relación a la imparcialidad, la credibilidad, la protección de las fuentes, la posibilidad de aplicar códigos éticos y la responsabilidad jurídica en caso de incoación de procedimientos. Así pues, el informe recomienda que se aclare el estatuto jurídico de las diferentes categorías de autores y editores de blogs, así como que se divulguen sus intereses y declaraciones de intenciones" “.
¡Cuándo el río suena…!
Fuentes:
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