El aspecto polimórfico de la blogosfera
Últimamente circulan determinadas noticias o informaciones por la red, relacionadas con un pretendido estado de crisis de la blogosfera. El creciente populismo de las redes sociales, como Facebook, Tuenti, entre otras, que atraen a millones de usuarios, parece ser que tienen la culpa. Ciertamente no es posible negar que la blogosfera se encuentra sumergida en un profundo proceso de maduración y que su época dorada ha llegado a su fin, cogiendo el relevo las redes sociales. Este proceso de maduración implicará inevitable una labor de reestruturación de la blogosfera, de tal forma que, al final, únicamente quedarán aquellas bitácoras que se encuentran asentadas sobre las bases de unos cimientos sólidos. De cualquier forma, no comparto la opinión de aquellos internautas que indican que el relevante protagonismo que están adquiriendo las redes sociales, es el verdadero enemigo que tiene que vencer la blogosfera, si quiere sobrevivir. Los blogs y las redes sociales son dos medios o instrumentos de comunicación online perfectamente compatibles y no excluyentes que pueden cooperar y alimentarse entre sí.
Otro dato que sirve de razonamiento para afirmar que la blogosfera no se encuentra en crisis, es la función polimórfica que desarrolla. En este sentido, la blogosfera ejerce una multitud de funciones, en base a la ideas que sirvieron de fuente de inspiración para la creación de los blogs. Una de las ideas más originales de utilización pragmática de un blog, es la de servir de plataforma para la difusión de las opiniones y quejas de aquellas personas que cumplen una pena en un centro penitenciario. Efectivamente una bitácora puede ser utilizada para el lanzamiento de multitud de proyectos y la revolución digital también puede ser complice de las opiniones vertidas por los presos.
En EEUU el bloguero Shaun Atwood, un ex presidiario, mantiene un blog titulado, El Diario de Jon en la cárcel, en el que publica las cartas de personas norteamericanas encarceladas y describe las situaciones de las cárceles norteamericanas. En el blog, Amigos de los reclusos, un post reciente pide a los lectores, convertirse en amigos por correspondencia con cuatro presos que son enfermos mentales. Uno de ellos es James Schmeisser de Wisconsin quien escribe que está aislado. Por otra parte, el activismo también está presente en la cárcel con un grupo llamado SHAC7, quienes fueron encarcelados por “una campaña para cerrar el famoso laboratorio de experimentación con animales, Huntingdon Ciencias de la Vida”. Uno de los miembros del grupo, Josh Harper tiene un blog auto-titulado. En su último mensaje, él escribe que sigue luchando, y se niega a considerar la cárcel como su casa.
Lo cierto es que estos ejemplos significativos y otros que pululan por la red, como la de aquél bloguero que anclado en los sinsabores de una esperada muerte anunciada, seguía blogueando desde su habitación del hospital, manteniendo la misma pasión desde el principio, sirven para ilustrar la rotunda afirmación que la blogosfera no se encuentra en crisis, sino que sigue cumpliendo a la perfección su cometido principal, de servir de plataforma de intercambio de la información.
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